En su debut en la Primera
División del Torneo Muni, El Portón F.C demostró no pesarle la categoría y con
un contundente 3 a
1 le ganó nada más ni nada menos que a su clásico rival Lavadero.
Había llegado el día tan esperado por muchos, finalmente
se produciría el debut de El Portón F.C en la Primera División frente a Cuna de
Afectos. Pasará lo que pasará el Domingo 14 de Julio del 2013 iba a quedar en
la historia de todos los hinchas naranjas.
Al acercarse las 18:00 hs, horario de inicio el
partido, se empezaban a mezclar muchas sensaciones y las mismas se hacían
sentir en el aire al respirar.
Los jugadores ansiosos por su debut llegaron
con tiempo al estadio para empezar a calmar sus emociones, pero lo que menos
pensaban eran que estas iban a ir aumentando a lo largo de la tarde.
Ya todos cambiados y camino a la cancha llegaba
la información de que había un cambio inesperado de último momento; Cuna de
Afectos rival de El Portón había dado marcha atrás en el torneo, y se había
bajado del mismo. Ahora los naranjas harían su debut nada más ni nada menos
frente a Lavadero, su clásico rival.
Si algo le faltaba a la tarde era este último
cambio y que el primer partido en la Primera A fuera el clásico del naranja.
Si había emociones, estas aumentaban. Si había
nerviosismo, este aumentaba. Y si había obligación de dar una buena imagen y
ganar, esta era ahora una condición sine qua non.
El escenario ya estaba armado y solo faltaba el
pitazo del arbitro para que empezará a rodar la pelota.
El Portón F.C formaba con L.Figueroa,
M.Figueroa, Barone, Ávila, Pannunzzio, Olha, Dermijian y Romagnoli, quedando de
esta manera Deslous como suplente.
Finalmente y luego de tanta espera el juez del
partido hizo sonar su silbato y el partido ya estaba en marcha. Los primero
minutos al igual que las primeras pelotas serían clave para ver como estaban
ambos equipos y para saber maso menos como sería el desarrollo del partido.
Pese a que ambos equipos ya se conocían las caras, era la primera vez que se
cruzaban en la Primera A y este iba a ser un partido aparte y diferente al
resto.
Lavadero se empezó a ser dueño de la pelota
durante los primeros minutos, casi como si quisiera demostrarle a los naranjas que
su debut en la primera no iba a ser para nada fácil, pero poco a poco la
defensa de El Portón se fue consolidando y haciéndose fuerte frente a estos
ataques, los cuales se veían bien controlados y anulados.
El medio campo naranja intentaba poco a poco generar
juego y crearle situaciones a su atacante Romagnoli, que pese a estar solo en
la delantera, se las ingeniaba como siempre para empezar a herir a la defensa
rival.
El partido se desarrollaba en un clima tenso en
el que cada pelota se disputaba como si fuera la última, metiendo y dejando
todo en cada jugada. Los roces empezaban a hacerse protagonistas del partido, y
de esta manera las amarillas empezaban a desfilar de la mano de un árbitro que
parecía no querer que el partido se les fuera de la manos.
Durante la primera mitad Lavadero siguió
intentando llegar a la portería de L.Figueroa, pero todos sus ataques fueron
desactivados por la sólida defensa de El Portón. Al pasar los minutos iba
creciendo la figura del diez Pannuzzio, que entre toques y firuletes enloquecía
a la defensa rival. De esta manera terminaban los primeros veinticinco minutos
del partido.
El entretiempo era un buen momento como para
charlar algunas cosas y salir en busca de la victoria. Mucho se habló de no
entrar en el juego de palabras que había propuesto Lavadero durante el primer
tiempo, así como también de cuidarse de las tarjetas. Una de las claves del
partido estaba en ser inteligentes. Las situaciones tarde o temprano iban a
llegar.
Era momento de mover el banco de suplentes y
volver a la cancha para comenzar el segundo tiempo. Para esta segunda mitad,
Deslous entraría por el número 3 Ávila, cambiando la táctica y reordenando la
defensa y soltando un poco más en ataque a M. Figueroa para que junto a
Romagnoli trataran de llegar al gol.
Con los equipos ya devuelta en cancha,
comenzaba la parte complementaria. Si durante la primera mitad los equipos se
habían cuidado para no cometer ningún error que rompiera el cero, durante esta
mitad seguramente serían los dos muchos mas cuidadosos.
Con los cambios realizados El Portón se
mostraba un poco más fuerte en ataque y gracias al dueño del medio campo Olha,
las situaciones parecían empezar a llegar.
Los hinchas naranjas confiaban en que en el
momento menos esperado su goleador Romagnoli se las iba a ingeniar para romper
el marcador y adelantar al equipo, parecía ser solo cuestión de tiempo.
Los minutos corrían y Lavadero seguía sin
encontrar la manera de penetrar la defensa naranja a la cual se había acoplado
muy bien el ocho Deslous. El rival intentaba llevar el partido al terreno de la
pelea y las discusiones hablando continuamente. El Portón sabia que no debía
entrar en ese juego y seguir por su camino, el del fútbol.
El partido tomo otro rumbo luego de que a los
pocos minutos de haber empezado el segundo tiempo Lavadero se quedará con un
jugador menos cuando el árbitro le indicó la roja consecuencia de una dura
falta sobre el 99 naranja.
Ahora más que nunca El Portón debía ser
inteligente y aprovechar ese hombre demás, intentando anotar el gol tan
buscado. Pocos minutos después de la expulsión del rival y tal vez producto del
envión anímico naranja, luego de una jugada personal y una buena definición
mano a mano con el arquero, el goleador Romagnoli rompía el cero y establecía
el primer gol naranja. La hinchada festejó como pocas veces el primer gol en
primera división y como para no hacerlo de esa manera; primer gol en la A
frente al clásico rival y pasar a ganar el partido, situación soñada y difícil
de imaginar.
Con este resultado Lavadero debería empezar a
arriesgar y si ya venía intentando picar el partido, ahora intentaría equipar
nuevamente el número de jugadores buscando la expulsión de algún jugador
naranja.
Para El Portón en cambio, el partido estaba
bastante tranquilo, L.Figueroa tenía poco trabajo y las pocas situaciones del
rival eran controladas por el uno. Todo parecía marchar bien hasta que en una
jugada desafortunada el defensa Barone salió a cortar lejos una pelota
cometiendo una falta más del partido, pero la cual para el árbitro y solamente
para él, fue una jugada peligrosa y de expulsión. Increiblemente Barone luego
de discutir con el árbitro se iba expulsado dejando a su equipo con uno menos y
en la misma igual de condiciones que su rival.
Un nuevo partido parecía comenzar, pero El
Portón no debía bajar la cabeza por lo sucedido y debía seguir metido en el
partido. Los jugadores entendieron muy bien el mensaje y eso fue lo que
siguieron haciendo ya que de esta manera y una vez más en los pies del 99
Romagnoli los naranjas encontraron el segundo gol que mucha tranquilidad trajo
y calmó las aguas luego de la insólita expulsión.
Lavadero luego del 2 a 0 en contra salió a buscar
enloquecidamente el descuento, y tan enloquecidamente lo buscó que nuevamente
se quedó con un hombre de menos luego de que el árbitro expulsara a su número
10 por una dura entrada contra el arquero L.Figueroa.
Los minutos parecía no pasar y el partido se
hacía interminable. El resultado estaba a favor de El Portón, pero la hinchada
se notaba nerviosa y esperaban el final del encuentro para desatar la locura y
festejar lo que por el momento era el triunfo.
Los nervios aumentaron notoriamente luego de
que Lavadero consiguiera el descuento gracias a una serie de rebotes dentro del
área y una pelota encontrada por uno de sus delanteros el cual la mandó dentro
de la red estableciendo el 2 a
1.
Las dudas parecían empezar a aparecer en los
jugadores naranjas pero como de costumbre y una vez más, Romagnoli fue el
encargo de despejarlas con un golazo de sombrerito que quedará en la historia
de todos los fanáticos naranjas. El grito de gol sirvió para descargar todas
esas tensiones que se guardaban dentro de cada hincha y para empezar a cerrar
la historia. El gol cayó como un baldazo de agua fría en los jugadores de
Lavadero, ya que poco y nada duró la alegría del descuento conseguida pocos
minutos atrás.
Parecía quedarle poco y nada al encuentro pero
como ocurrió durante todo el juego los roces y las fuertes entradas siguieron
estando, basta con preguntarle al goleador de la tarde como lo trató la defensa
rival o con contar las amarillas y rojas que sacó el juez del partido.
Como si no hubieran hablado y pegado durante
todo el partido, los jugadores de Lavadero parecían no haberse conformado con
lo hecho hasta el momento y tal es así que ya durante los minutos adicionales
cuando el naranja Dermijian disputaba un pelota con el número tres rival, este
desencajado y totalmente fuera de partido le pegó una trompada descalificadora
al jugador naranja, el cual en un acto de impotencia respondió de la misma
manera hacia el jugador de Lavadero. La pelea se había hecho esperar durante
todo el partido y esta última jugada había sido la chispa para que se desatara
la acatombe. Corridas, forcejeos, empujones y alguna que otra mano que voló por
los aires fue el resultado de esta última jugada, que luego de que se calmará
un poco la situación el árbitro correctamente expulsó a los dos jugadores de
cada equipo y dio por terminado el partido. De una manera extraña y estando un
poco abombado luego de la pelea ocurrida, El Portón festejaba el extraordinario
debut y triunfo conseguido frente a su clásico rival.
El final del partido resumía lo que había
significado el mismo para el equipo naranja; una pelea futbolística, en la cual
primordio el fútbol por sobre todo y como siempre la garra y el corazón.
De esta manera los jugadores se retiraban del
campo de juego, con el gran reconocimiento por parte de la hinchada, y
escuchando a lo lejos los comentarios acerca de la "locomotora" Dermijian,
el nuevo apodo puesto por la hinchada para la última incorporación naranja.
A la hora de elegir una figura, debemos decir
que todo el equipo lo fue y que cada uno de los jugadores aportó lo suyo para
conseguir la victoria, pero la gente una vez más quedó asombrada por la
excelente actuación de ese "coloradito" que hizo desastres en la
defensa rival, como se escuchaba decir por los pasillos del vestuario una vez
finalizado el partido.
Sin lugar a duda fue la tarde y el debut soñado
para El Portón F.C, el cual le ganó contundentemente por 3 a 1 a su clásico rival Lavadero dejando el claro que subió a la Primera A para quedarse.
El Portón pegó fuerte en su debut. A lavarse la
boca antes de hablar de los naranjas...
EL PORTÓN F.C